NUESTRA HISTORIA
La primera vez que conduje en carretera fue a los 17 años. Una amiga propuso: “-¿Qué te parece si vamos a Acapulco, estrenamos tu coche, te enseño a manejar en carretera y disfrutamos del fin de semana?”- El entusiasmo de mis amigas me llevó a sacar el coche a escondidas y escapar a la playa. Desde entonces, conducir se convirtió en uno de mis mayores placeres: llenar el tanque, elegir el soundtrack perfecto y comenzar la ruta para liberar el alma.